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La segunda vuelta de las elecciones en Argentina dio como ganador al opositor Javier Milei, de la agrupación La Libertad Avanza.
Hace 18 años, el 5 de noviembre de 2005, se celebraba la sesión de cierre de la IV Cumbre de las Américas en Mar del Plata, que culminó con el rechazo a avanzar con la implementación del ALCA, intención impulsada por los Estados Unidos de América.
El objetivo de esta revolución pendiente en la interioridad será conquistar la posibilidad de que la No Violencia eche raíces en nuestro comportamiento y visión del mundo a través de una configuración de conciencia avanzada en la que todo tipo de violencia provoque repugnancia.
En octubre, argentinos y ecuatorianos están llamados una vez más a las urnas. Más allá de que la forzada polarización obliga en la ocasión al progresismo a evitar por todos los medios la llegada al gobierno de los neoliberales, se va afirmando cada vez más la convicción sobre la necesidad de una profunda renovación de los proyectos políticos y las utopías sociales, hoy a todas luces desgastadas.
Uno de los interrogantes, que podría indicar el derrotero de esta asociación que ya agrupa al 46% de la población mundial, es el criterio por el que se han elegido los nuevos miembros y la posible proyección de nuevas admisiones.
El ambiente pre-electoral está caracterizado, como en muchos otros lugares del mundo, por el abismo entre la propaganda y las promesas de las y los distintos candidatos y la dureza de las dificultades cotidianas que afronta la población.
Otros veinte años después, asumiría la presidencia Hugo Chávez en Venezuela, abriendo las puertas a la Revolución bolivariana, consciente del necesario carácter continental de la lucha por la emancipación de los pueblos.
¿Qué tienen en común Argentina y Sudán del Sur? A primera vista, nada. Sin embargo, comparten la celebración de un día muy importante. El 9 de julio marca cada año el aniversario de sus respectivas independencias nacionales.
Esta frase del filósofo y poeta conservador Jorge Luis Borges parece haber sido la guía de las decisiones tomadas por el peronismo alrededor de una lista de unidad.
Se reactivaron aspiraciones de autodeterminación, integración y multilateralismo, que habían sido postergadas por el reflujo conservador posterior a la oleada de gobiernos populares de inicios de siglo.